Don Ignacio Hernando de Larramendi Montiano (1921-2001), uno de los grandes empresarios españoles del siglo XX, como prueban el Sistema Mapfre y la Corporación Mapfre nacidas de su capacidad emprendedora, fue así mismo un gran mecenas cultural cuya actividad en este campo ha sido recientemente historiada.

La última de sus iniciativas fue la Fundación Hernando de Larramendi (actualmente Fundación Ignacio Larramendi), que tiene como objetivo fundamental (aunque no único) la creación y puesta en marcha de una serie de bibliotecas virtuales que, aprovechando el conocimiento tecnológico acumulado por Digibis, Producciones Digitales, empresa también creada por él, concentrara su esfuerzo en la preservación y difusión del Patrimonio Cultural Español haciendo especial hincapié en la Historia del Pensamiento Hispanoamericano, mediante un conjunto de Bibliotecas Virtuales de Polígrafos y Filósofos de España, Portugal y América.

Las actividades emprendidas en estas Bibliotecas Virtuales constituyen un esfuerzo considerabilísimo, pero medido y programado, que indiscutiblemente se encuentra íntimamente ligado a la brillante iniciativa que supone la Biblioteca Virtual de Derecho Aragonés, que don Ignacio alentó desde un primer momento dentro de las posibilidades de la Fundación que lleva su nombre.

La Biblioteca Virtual de Derecho Aragonés es un proyecto crítico y riguroso para preservar y difundir las fuentes históricas del peculiarísimo Derecho Aragonés. La Fundación Ignacio Larramendi desde un primer momento —entonces aún con la intervención directa de su presidente y fundador, don Ignacio Hernando de Larramendi, fallecido en 2001—, apoyó en la medida de sus posibilidades este proyecto que venía a coincidir con las líneas maestras de su actuación pública, aportando para ello la pequeña ayuda que suponía su experiencia tecnológica, plasmada en su empresa filial Digibis, y su continuada actividad en el campo de la conservación y la difusión del Patrimonio Histórico. No es esta la única iniciativa relacionada con las Fuentes Históricas de Aragón en la que la Fundación Ignacio Larramendi se ha involucrado.

Siempre en relación con su capacidad, ha procurado promover todas aquellas actividades relacionadas no solo con la potencialidad de fijar en la Historia la herencia de los siglos, sino convertir en acto esa potencialidad de forma tal que pueda convertirse en una fuente que mane y corra sin hacer competencia a ninguna otra, pero poniendo de manifiesto su propia personalidad.

La excelencia de la aportación académica, que ha convertido en realidad la Biblioteca Virtual de Derecho Aragonés, ha estado íntimamente ligada con la experiencia técnica en el campo de la digitalización y la codificación de los textos que constituyen las fuentes históricas esenciales que permiten que el pasado no sea únicamente una referencia estática sino que, por el contrario, se conviertan en uno de los resortes, nunca el único, de la iniciativa contemporánea y aun de la perspectiva de futuro.

La Fundación Ignacio Larramendi quiere hacer público su agradecimiento a todas aquellas Instituciones Aragonesas que, desde el primer momento de este extraordinario recorrido, permitieron que se sumara a tan inteligente iniciativa e, incluso, que jugase el papel de agente catalizador de un proceso que no solo producirá, ha producido ya, unos frutos logrados sino que tienen que ser pieza de toque de un conjunto amplio de iniciativas y proyectos que permitan construir el edificio del futuro sobre los sólidos cimientos de un pasado ejemplar y único en su género.

Fundación Ignacio Larramendi