Patio de la Aljafería.

El Palacio de la Aljafería, sede de las Cortes de Aragón, es el edificio civil más importante del patrimonio aragonés, y en él se encierran diez siglos de Historia, de Arte y de Cultura. Es, por tanto, toda una permanente lección de la vida de un pueblo y, al mismo tiempo, uno de los mejores legados que la comunidad de Aragón puede aportar a la Historia del Arte de España.

La Aljafería es un lugar “de encuentro y de tolerancia” en el que convivieron a lo largo de los siglos, culturas, razas y religiones, convirtiéndose ahora en el mejor escenario parlamentario en el que el entendimiento, el pacto y la negociación puedan hacerse efectivos permanentemente en pro de los intereses de Aragón, utilizando como arma suprema la que promueve el ejercicio cotidiano del buen uso de la palabra.

Desde los inicios de la Primera Legislatura, las Cortes de Aragón han sido conscientes que la relevancia de su posición institucional y política conllevaba el deber de adoptar una posición activa en relación con las inquietudes e iniciativas sociales. La determinación del Palacio de la Aljafería como sede de la Cámara supuso un muy importante impulso para esta toma de posición, favoreciendo el desarrollo por la institución de múltiples actividades destinadas siempre y en todo lugar a facilitar la proximidad entre el ciudadano y sus representantes, así como a favorecer diversas iniciativas que pudiesen coadyuvar al trabajo parlamentario.

Desde las premisas referidas, es comprensible que las Cortes de Aragón acogiesen con entusiasmo la iniciativa de la Comisión Aragonesa de Derecho Civil de proceder a la digitalización del Derecho aragonés con el objeto de lograr la mayor difusión del mismo. Para un Parlamento, el derecho es ser y deber. El derecho es su primera expresión como creador de leyes y el derecho es su razón de ser en tanto en cuanto no existe Parlamento cuando la voluntad sustituye a la norma como rectora de la sociedad. Aragón es su derecho, se ha dicho y se repite. Las Cortes de Aragón están orgullosas de este aserto y consideran como una de sus funciones ineludibles contribuir a su difusión. Difusión del Derecho que emana de su hemiciclo, sí. Pero también difusión de ese Derecho histórico aragonés que constituye una de las señas de identidad irrenunciables de este pueblo.

Por todo ello, sólo satisfacción y orgullo pueden mostrar las Cortes de Aragón a la hora de presentar en sociedad el formidable trabajo de digitalización del Derecho aragonés llevado a cabo bajo la dirección científica de los profesores Delgado y Serrano a quienes sólo cabe agradecer su entrega y entusiasmo. Fruto de la colaboración entre Instituciones y de éstas con la sociedad civil, la Biblioteca virtual de Derecho aragonés esta llamada a convertirse en referencia ineludible para cuantos trabajen sobre esta materia y a ser catalizador de nuevos e importantes trabajos que alumbren más luz sobre tan significativo elemento del ser de este pueblo.

José María Mur Bernad
Presidente de las Cortes de Aragón