26 yacimientos arqueológicos, realizar excavaciones ordenadamente, lavar, siglar, clasificar, dibu- jar el material y finalmente realizar una memoria científica describiendo los resultados. El arqueólogo debe saber estudiar los yacimientos y sus materiales pero también tiene que saber dirigir la empresa que supone la dirección de una excavación, debe saber planificar sus trabajos, de principio a fin, entendiendo por fin cuando el yacimiento ha conseguido sus últimos fines de convertirse en elemento de visita y consumo, debe saber promover accio- nes entre las administraciones, los particulares, las empresas para conseguir los recursos necesarios, para llevar a buen fin el proyecto, debe saber tomar las medidas encaminadas a la conservación y protección del patrimonio y proponérselas a la administración compe- tente, debe saber ilusionar a unos y otros. La Universidad debe recoger el reto, en colaboración con la administración competente y con los colectivos sociales implicados, de actualizar sus programas de formación para con- seguir dotar a la sociedad de los técnicos que se requieren y de contar también con una formación de formadores a todos los ni veles, porque no solamente debe haber una for- mación de investigadores sino como acabamos de ver debe haber también una formación de formadores, una formación de Gestores del Patrimonio, una formación continuada de técnicos en la interpretación del Patrimonio. El profesional del Patrimonio El profesional de la arqueología parte de una titulación académica superior (actualmente inexistente en la especificidad que se requiere) y tras una adaptación y autoformación adquie- re las habilidades requeridas transformándose en el Gestor de Patrimonio, que trabajará por cuenta propia como Autónomo, como Empresa, al servicio de una Empresa privada o de una administración pública. Por la naturaleza del objeto (la arqueología) de trabajo, la administración generará la mayor parte de los recursos pero no será la única. Ya hemos indicado cómo las grandes obras públicas generan cada vez el mayor porcentaje de recursos financieros en el campo de la intervención arqueológica. El profesional debe realizar una permanente labor de adaptación y aprendizaje. Debe com- petir en un mercado cada vez mas profesionalizado y amplio, regulado por la legislación vigente y por los códigos de conducta que autorregulan la actividad, como es el caso del Código Deontológico de la Arqueología. La iniciativa privada va a jugar, cada vez más un papel predominante en la promoción y desarrollo de proyectos cult urales en el campo arqueológico, al existir una demanda cre- ciente en proyectos que cuentan como objetivo en una base histórica. El público exige cada vez productos de mayor calidad, juzgando con dureza las falsificacio- nes o las trivializaciones. Educación Una de las líneas políticas fuertes dentro de la Unión Europea es la difusión del Patrimonio Cultural Común y su enraizarniento en los programas educativos de los países miembros, estableciendo programas de intercambio para facilitar el conocimiento de la base cultural Común y de la diversidad. Los programas reglados deberán integrar informaciones y realizaciones sobre el patrimo- nio arqueológico.