CREACIÓN Y DESARROLLO DE LA CORONA' DE ARAGÓN 327 dencia directa de ambos. Y su edad no permitía ya tener esperanzas. De ahí que se plantease el problema de la sucesión en el trono. ' Por eso Luis III de Anjóu pretendió hacerse con el trono de Nápoles, ya desde los primeros momentos. Los elementos de la discordia estaban preparados. Las soluciones que se buscaron fueron de dos tipos. La primera, mediante el «prohijamiento artificial» de Alfonso V de Aragón. La segunda, cuando la reina se volvió atrás, con el nombramiento de un «rey colega», cuando más tarde se buscó a Luis III de Anjóu, hijo de Luis II. Cuando Alfonso V de Aragón estaba en Cerdeña (1420)' para someter a los sardos sublevados, recibió la petición de ayuda (8 de agosto de 1420), hecha por Juana II, que prometía nombrarle here- dero del reino. Esto suponía, en principio, el alejamiento de Luis III de Anjóu por la fuerza de las armas, que se consiguió mediante la ocupación del castillo de La Cena, cercano a Nápoles (7 de julio de 1421)169. Alfonso V de Aragón ocupó la mayoría del reino de Nápoles, incluso la capital. Pero la reina Juana II, estando en Nola, el 21 de junio de 1423 anuló la donación del ducado de Calabria, destitu- yéndolo de los cargos de virrey y gobernador general. Al mismo tiempo adoptaba a Luis III de Anjóu, que desde entonces actuó como «rey colega». Alfonso V de Aragón abandonó (15 de octubre de 1423) las tierras italianas y regresó a Valencia1', dejando como lugarteniente al infante Pedro, que perdió Gaeta, Castelamare, Sorrento y Nápoles (1424). Las luchas internas de los napolitanos, entre Luis III de Anjóu y el gran senescal Juan Caraciolo, la de las familias Ursini contra 168 Cfr. Andrés GIMÉMEZ SOLER, Itinerario del rey don Alfonso de Aragón y de Ndpoles (Zaragoza 1909), p. 30-44. 169 Cfr. GIMÉMEZ SOLER, Itinerario del rey don Alfonso de Aragón y de Nápoles, P. 50. 170 Cfr. GIMÉMEZ SOLER, Itinerario del rey don Alfonso de Aragón y de Nápoles, p. 60-65. En 1423. "En esti ato el señor rey don Alfonso vino de Nápoles et de la venida quemaron a Marsella" (Cfr. LÓPEZ RAJADEL, Crónicas de los jueces de Teruel, fol. 230)