CREACIÓN Y DESARROLLO DE LA CORONA DE ARAGÓN 323 el 15 de julio de 1357, habla de la cesión del reino de Sicilia y los ducados de Atenas y Neopatria al rey Pedro IV de Aragón y su mujer Leonor de Sicilia para el supuesto caso de que Federico III de Sicilia muriese sin hijos14. La hermana de Federico III de Sicilia estaba casada (desde 1349) con Pedro IV de Aragón, que a los pocos años tuvo veleidades por la posesión de los ducados de Atenas y Neopatria. El 5 de junio de 1370, desde Barcelona, la reina Leonor de Sicilia, mujer de Pedro IV de Aragón, nombraba a Bernardo Cunill y a Bernardo del Rey, para recibir la posesión de los ducados de Menas y de Neopatria, que Federico III de Sicilia había cedido a su hermana15, que —por haberse casado antes con Pedro IV de Aragón— los había aportado a la «Corona». El 27 de julio de 1377 moría Federico III de Sicilia, e inmedia- tamente se piensa en la corte de Pedro IV de Aragón en la anexión de los ducados de Atenas y Neopatria. El 7 de septiembre de 1379 Pedro IV de Aragón ordenó a Roméu de Bellarbre, que tenía el castillo y ciudad de Menas, y a Guillén de Almenara, que detentaba Neopatria, que los entregasen a Dalmáu, vizconde de Rocabertí, que había sido nombrado vicario y lugarteniente en los mismos". El 30 de septiembre de 1379 Pedro IV de Aragón escribió una 154 Cfr. RUBIÓ, Diplomatari, n°. 234, p. 307-3. 155 Publ. BOFARULL, Codoin, 7, n°. 161, nota 1, p. 65-67; RUBIO, Diplo- matari, n°. 323, p. 411-112. Se encuentra en el Registo 1579 del ACA, que queda muy lejano de las fechas habituales. Podría ser una composición diplomática más tardía. Pedro IV de Aragón comenzó a titularse "duque de Aten y de Neopstrla", pero por poco tiempo tuvo fuerza letal para hacerlo (Cfr. Francisco SEVILLANO COLÓN, Apuntes para el estudio de la canttkrla de Pedro IV el Ceremonioso, en "Anuario de Historia del Derecho Español", 20 (Madrid 1950 ] , p. 137-241. 156 Publ. RUB1Ó, Diplomatari, n°. 372, p. 453-454. Ese mismo día el rey tuvo noticias de que quien tenia el castillo y ciudad de Menas era Galcerán de Peralta, por lo que el siguiente día 8 tuvo que escribir una nueva carta, con las mismas órdenes (Publ. RUB1Ó, Diplomatari, n°. 373, p. 454).