6 HISTORIA DE ARAGON El Cantar de Mfo Cid se ha presentado siempre como la obra señera de la literatura épica medieval española. Pero no importa la lengua en que se concibió, sino los motivos que tuvo Per Abat para componerlo, en 1207. El poema no se redacta para lograr una cota alta de inspiración, calidad literaria o cualquiera otra característica que ahora le encontremos. Se redacta en tierras de Teruel, a principios del siglo XIII, cuando hay que montar un estado de opinión, una conciencia colectiva, un espíritu que convenza a los turolenses que la conquista de Valencia es sencilla: un labrador de tierras de Burgos había conquistado Valencia a finales del siglo XI y se había enriquecido hasta el grado de progresar tanto que sus descendientes fueron "reyes de España": había luchado contra los almorávides. En los momentos de escribirse en Cantar hay que convencer a sus coetáneos que en Valencia se pueden enriquecer las gentes de la frontera, como lo hicieron seguidamente esa serie de caballeros fronteros que recojo en un capítulo de este libro. Como se enriquecerá uno de los personajes más interesantes legendariamen- te: el Amante de Teruel, en 1217. La actividad de la Televisión en los momentos actuales puede motivar y lograr en cualquier país del mundo, mediante una campaña orquestada, los objetivos más variados. El Cantar de mío Cid, a principios del siglo XIII, realizó la misma función de motiva- ción de las gentes turolenses para conquistar Valencia (1238). Y su éxito fue tal que Teruel se convertirá desde 1226 en la base de opera- ciones de los ejércitos de Jaime I de Aragón. Las producciones literarias responden siempre a unos condicio- namientos históricos, dentro de un espacio geográfico y temporal, pero —además— dentro de una comunidad histórica, que siente determinados anhelos o inquitudes. Ya he señalado reiteradamente que, dentro de una unidad político-histórica, en las épocas de contracción económica se escriben "obras de evasión, de diverti- miento, obras de carácter moralizante", por citar algunas; mientras que en las épocas de expansión económica se producen buenas poesías líricas. Y Aragón ha tenido una personalidad histórica muy acusada, que le ha diferenciado siempre tanto de los restantes territorios que formaban la "Corona de Aragón" como de los reinos del mundo occidental. Es más, ya en época musulmana la "Frontera Superior" consti- tuyó una zona con personalidad propia, rebelde generalmente al poder asentado en Córdoba: los Beni Casi, los Tochibíes y los