296 HISTORIA DE ARAGON Los textos de Alaón son de momento los únicos testimonios que tenemos. El obispo Atón, que aparece como propietario de Arán, era hermano del legendario conde Bernardo de Ribagorza (916-m. hacia 950). Aparece documentado tal obispo en los años 939 y se le supone fal lecido hacia 950. Más interés tiene el segundo fragmento, pues señala que tanto el padre como el abuelo del conde Guillermo Isamo habían poseído el valle de Arán; por lo que esperaba a su vez tenerlo —lo que indica que en su tiempo era libre—, por derecho hereditario. Si este fragmento responde a la realidad, como tales ascendientes fueron los condes Isarno (964-m. hacia 1003) y Ramón II (956-m. hacia 960), tendríamos que aceptar que en gran parte del siglo X el valle de Arán estaba vinculado a Ribagorza, si bien sus habitantes se habían declarado independientes a principios del siglo XI, durante el dominio del conde Guillermo Isarno, que, al intentar imponerlo de nuevo, murió asesinado por los araneses en el mismo valle de Arán, posiblemente en 1017. El texto es importantísimo en su final, ya que señala que, en el momento en que se redactaba la crónica, el valle de Arán era independiente, ya que no tenía señor, lo que causaba dolor al escriba. Como este texto se renovó en 1154, tendríamos una fecha de la independencia aranesa. Sin embargo, no es cierto que entre 1017 y 1154 el valle de Arán careciese de "señor", ya que a principios del siglo XII pertenecía a los reyes de Aragón. Según las mismas fuentes de Alaón, en el año 1104 moría en el valle de Arán el rey Pedro I de Aragón (1094-1104), pero desgracia- damente no da más datos'. Y tampoco se sabe nada por otras fuentes. Con este dato ya enlazan otras menciones. En junio de 1108, en un documento particular dado por Toda, la hija del señor Sancho Aznar y de doña Andregoto, al monasterio de San Victorián precisa que Alfonso I el Batallador era rey en varios lugares, entre los que figuran "Pallás y en Arán"4. Si no conociesemos esta mención particular, no se podría documentar la presencia aragonesa hasta casi el final del reinado de Alfonso I el Batallador. Quiero decir con esto que en la 3 Cfr. Crónica de Alada renovada, edic. ABADAL, p. 25. 4 Publica LACARRA, Documentos, n°. 38.