212 HISTORIA DE ARAGON Burdos de septiembre y octubre de 1136 se estableció que Soria se integraría en el obispado de Osma (había pertenecido al de Tarazona hasta entonces); el obispo de Sigüenza recibiría tierras sitas al Sur del Duero, entre las que se citan a Ayllón, Badorrey y Almazán (que habían sido del obispo de Osma). El obispo de Tarazona recibiría Calatayud, Borobia, Peñalcázar, Olvega, Villafe- liche y Salas (que perdía el de Sigüenza). Unicamente conservaría el seguntino los castillos de Deza y Ariza. Teóricamente, sólo la diócesis de Tarazona ganaba nuevos territorios, ya que se extendía por todas las tierras que el Batallador había conquistado por la zona montañosa de la cuenca del río Jalón y aún en parte de la del Jiloca —se exceptuaban Deza y Ariza—. Pero la realidad es que tal adquisición se lograba a cambio de perder Soria, Agreda y Almazán, ya que la concordia y su resultado reconoce implícitamente el mayor derecho de la diócesis.turiasonen- se a esas tierras11. Desde el punto de vista eclesiástico la fijación de esas fronteras tuvo una trascendencia política excepcional, ya que Soria, Agreda y Almazán se perdieron para Aragón; y los límites quedaron práctica- mente donde hoy se encuentran, pues el 6 de marzo de 1138 el papa Inocencio II aprobaba en una bula solemne la división eclesiástica del concilio de Burgos. La fijación de las fronteras eclesiásticas entre los obispados de Osma, Sigüenza y Tarazona en 1136 iba a configurar los límites entre Aragón y Castilla desde Ariza hacia el Norte a lo largo de toda la Historia. Y la dependencia de Ariza del obispo de Sigüenza ha persistido hasta el siglo XX. Y no prefiguró las fronteras más al Sur, porque esas tierras estaban en manos musulmanas. Cuando el 11 de agosto de 1137 el rey Ramiro II el Monje entregaba unas notas a su yerno Ramón Berenguer IV ya reconocía las nuevas fronteras, y le decía que "por la parte de Castilla te doy las villas y castillos desde Ariza hasta Herrera, desde Herrera hasta Tarazona, desde Tarazona hasta Tudela"12. 11 Sobre estos puntos véase mi citado trabajo sobre Los primeros años de la diócesis de Sigüenza, p. 146-148. 12 Publica UBIETO ARTETA, Cartulario de Montearagón, n°. 79.