48 LAURA GÓMEZ PARDOS y EVA MARIA LÓPEZ VALENCIA no tienen claro que van a hacer porque no saben si quiera si quieren ini- ciar la separación, sino la quieren iniciar... luego ya las peculiaridades de los usos son infinitas tantas como mujeres. Y ya otro tipo, que son cada vez más frecuentes son las que ya deciden iniciar un proceso, no tienen a-lo mejor ayuda y ya tenemos que pasar a la siguiente fase que es la acogida, que es ya una casa de acogida para esta mujer y sus hijos y sería el paso ya de acogimiento porque hasta ahora es atención en el que evidentemente hay alojamiento pero lógicamente es provisional, y ya si hay una serie de recursos que esta señora no tiene de tipo indivi- dual porque trabaja o no trabaja fuera de casa, porque tiene o no tiene vivienda, es cuando el siguiente paso, y una vez valorada la situación personal, psicológica y jurídica se pasa al siguiente paso que sería el acogimiento, también temporal pero ya en casa de acogida que pueden ser varios meses, que también desde el Ayuntamiento de Zaragoza la Casa de la Mujer tenemos una Casa de acogida para esas mujeres. Lo más importante es que la mujer sabe que puede acudir y que va a ser acogida y respetada en sus decisiones. Este tipo de asistencia es fundamental, pero además deben de tenerse en cuanta otras funcionalidades añadidas de este tipo de servicios tendentes a objetivar la situación de la víctima y favorecerla en aspectos tales como la consecución de medidas cautelares, provisionales, como régimen de visitas y otros temas vinculados con esta problemática. En los últimos años hay un aumento considerable de los recursos socia- les, pero ello no se traduce siempre en una mejor prevención de la violencia de género y mayor eficacia en su resolución, resultando necesari o una mayor coordinación entre todos aquellos organismos que intervienen en la creación y gestión de los servicios de ayuda, una decisión política más firme y eficaz en educar, prevenir, y solucionar el conflicto, un compromiso de las personas concretas que tienen en sus manos la ejecución de las medidas ya existentes y, ante todo una formación especializada en todos los operadores, que desde la diversas áreas, intervienen en las políticas contra la violencia.