529 La construcción de un modelo propio de Organización Territorial de Aragón la estructura territorial de Aragón. Las demás entidades locales se crean y constitu- yen por referencia o a partir de la unidad básica del sistema, que es el municipio." Ahora bien, este concepto jurídico genérico de municipio ¿a qué realidad so- ciológica responde en Aragón? ¿ tiene contornos definidos? ¿o puede incluir reali- dades tan distintas que la denominación de "municipio" nada revele sobre la reali- dad que subyace bajo ese sonoro concepto? ¿es una realidad producto de una historia que se considera inmutable? Estos interrogantes cobran sentido cuando nos enfrentamos con la realidad mu- nicipal aragonesa: Aragón tiene 730 municipios, número muy elevado y poco justi- ficado si verificamos su superficie y su población media. En cuanto a su territorio, la superficie de los términos municipales es muy variada: la media es de 65 Km2, pero hay muchos casos extremos. Desde ocho municipios que no alcanzan los 3 Km2 de término municipal hasta Zaragoza, con 1.059 Km2, uno de los más exten- sos municipios españoles (véase cuadro 3). Cuadro 3. Términos municipales de mayor y menor extensión (Km2) Zaragoza 1.059 Ejea 615 Sabiñánigo 588 Caspe 503 Alcañiz 470 Albarracín 456 C am inreal 444 Teruel 438 Fraga 435 Tauste 405 Pleitas 2,2 Salilas de Jalón 2,3 Cinco Oliv as 2,3 Torrellas 2,6 Albeta 2,6 Vierlas 2,7 Malej án 2,8 Retascón 2,8 Valtorres 3,4 Layana 3,6 En cuanto a la población, más de la mitad de los habitantes de Aragón se con- centran en la ciudad de Zaragoza (604.631 habitantes); solo 20 municipios, inclui- das las capitales de provincia, cuentan con más de 5.000 habitantes; los municipios con más de mil habitantes son 103; 139 municipios tienen menos de cien habitan- tes, sumando en total solamente 8.512 residentes. Esta dispersión poblacional toda- vía se acentúa más si añadimos que existen 617 núcleos habitados separados del nú- cleo capitalidad del municipio, algunos con solo una o muy pocas familias. Es evidente que esa escasa población determina que muchos municipios tengan medios muy limitados y que su dispersión dificulte gravemente la configuración de una red urbana que haga posible garantizar la accesibilidad razonable de todos los servicios públicos, una real equiparación de condiciones de vida y un cierto equili- brio territorial.