[83 ] interesa es lo superficial, lo fácil. La oposición conservadora pasa de promover grandes debates...» 8l Sin embargo no sería la única vez en que sucedería algo semejante en el Pleno de las Cortes. Unos meses más tarde, en abril del año siguiente, en una sesión en la que se suponía como plato fuerte la discusión sobre las líneas maestras de la función pública en la administración autonómica, ocurrió tres cuartos de lo mismo. El Día tituló así su informe respectivo: «Otra polémica por el catalán eclipsó el debate sobre la Administración de Aragón en las Cortes»82 El verano de 1.984 nos proporcionó el tiempo que necesitábamos para reflexionar sobre el desarrollo de la polémica desatada sobre el catalán y ocuparnos en la agilización de los trámites burocráticos para iniciar las clases en el próximo curso. Por entonces pasó por Zaragoza Artur Quintana, con el que ya había conectado hacía meses y venía colaborando con el Departamen- to. Lo cacé al vuelo, como quien dice, y le encargué que escribiera una gramática de lengua catalana para uso de los futuros alumnos. El texto debía tener en cuenta las variantes dialectales de la lengua en Aragón. No le fue difícil, dados los conocimientos que ya poseía sobre esta materia. Se encerró quince días en Zaragoza y en septiembre ya teníamos el original a nuestra disposición. Aún no había concluido el año cuando ya estaba editado. Con el título La Nostra Llengua pasó a ocupar el n° 3 de la serie Pa de casa. Por lo que respecta al nombramiento de profesores no tuvimos igual fortuna, la burocracia es siempre lenta pero en verano prácticamente se paraliza y el problema de los profesores no podíamos resolverlo sin contar con otras administraciones. El planteamiento de la cuestión en las Cortes y en la opinión pública había sido hasta el momento tal y como lo habíamos imaginado. Tampoco nos hacíamos ilusiones para un próximo futuro. Sabíamos que con la reanudación de las sesiones parlamentarias y, sobre todo, con la puesta en marcha de las clases, la relativa calma del verano daría paso a nuevas dificultades. A finales de septiembre tuve una reunión de trabajo con mis inmendiatos colaboradores " TRABOSARES, José L. «El pretexto Bada», Heraldo de Aragón, (Zaragoza) (25.71984). 82 El Día, (Zaragoza) (12.4.1985).