El Fuero de Jaca. Estudios 293 EL FUERO DE JACA, EL CAMINO DE SANTIAGO Y EL URBANISMO ORTOGONAL Entre los primeros burgos, el aragonés —Jaca— y el navarro —Estella— florecieron otras poblaciones-etapa en el camino jacobeo, acogidas al fuero jaqués: Sangüesa, si- tuada nada más pasar de Aragón a Navarra hacia 1090 y su Burgo Nuevo en 1122 que lo recibió de Alfonso I el Batallador, al mismo tiempo que Puente la Reina, lugar pri- vilegiado y anteriormente ocupado por algunos francos en el punto en que se unían los ramales provenientes del Somport y Roncesvalles, controlando el puente sobre el Arga y donde se consolida una traza ortogonal urbana, que por su perfección y man- tenimiento es ejemplo en los manuales de historia del urbanismo, que muchas veces olvidan su origén jaqués. Sobre el camino (rúa Mayor), como eje central que condu- cía al puente román ico de piedra, se trazo un rectángulo alargado y luego amuralla- do, en el que se abrían las dos puertas que controlaban el peaje y pontazgo; entre la rúa de los peregrinos, donde se encontraba la iglesia de Santiago y las murallas tra- zaron otras dos calles paralelas cortadas por tres perpendiculares. Si la consecución del plano ortogonal burgués en torno al eje jacobeo en Puente la Reina llega a ser pa- radigmática es porque se planifica ex novo para cumplir su función exclusiva de ciu- dad-etapa en el Camino, y si ha llegado hasta nosotros, tal cual, es porque en cuanto se cuaguló la vena circulatoria (como demostramos en otra parte3{) Puente la Reina se ruralizó y acabó siendo una villa dependiente de la ciudad de Estella (fig. 10). El efecto foral y urbanístico se transmitió por otras poblaciones del ramal na- varro, de modo que los fueros de Jaca se otorgaron a los barrios pamploneses de San Cernín (1129), San Nicolás (1184) y Navarreria (1114), así como a San Sebastián, cuya actual Parte Vieja, al pie del promontorio dominado por el monte Urgull, a pe- sar de los repetidos incendios y de la destrucción bélica de 1813, revela un trazado cuasi ortogonal, consecuencia del fuero otorgado por el rey Sancho el Sabio de Nava- rra en 1180, a imitación de los de Jaca y Estella, que tan buenos resultados habían dado, para atraer población mercantil de la Gascuña3S (fig. 11). El Fuero de Jaca se aplicó en Aragón tanto dentro como fuera del Camino. En el tramo jacobeo aragonés (fig. 12) se otorgó a Berdún, Mianos y Ruesta en 1170, dan- do lugar a plano regular en esta última población (fig. 13), así como en Canfranc, San- ta Cilia y Salvatierra. Fuera del Camino en el avance reconquistador hacia el Sur por necesidades de repoblación, se extendió el fuero, contribuyendo dentro de la época románica a con- figurar unos burgos y un modelo urbanístico aragonés que se perfeccionaría en el pe- riodo gótico, como ha demostrado Ramón Betrán36. Así a través de Huesca (1100), se transmite el espíritu foral a la plaza fuerte de Montearagón (1175) y a Fraga (1201). 34 Vid. BIELZA, V: «Estella, estudio geográfico de una pequeña ciudad navarra», Príncipe de Viana, Pamplona, 1968. 35 SADA, J. /SADA, A.: Historia de San Sebastián (5' ed.), San Sebastián, Txertoa. 1999, 126 pp. Vid. también JURGENS: Ciu- dades españ olas, 1926, Madrid, Ministerio de Administraciones Públicas, 1992. 36 BETRÁN, R.: El camino de Santiago y la ciudad ordenada en Aragón, Zaragoza, Depto. de Educación y Cultura. Gobierno de Aragón, 1992.