'43 colaboración y amistad anglo—española, hay que decir que en este punto los ingleses nos llevan muchísima ventaja; España incumplió tratados internacionales que firmó con Inglaterra, por los que se comprometía a la abolición de la esclavitud. Es incluso una vergüenza de la España católica, que haga poco más de cien años que en España se ha abolido la esclavitud, en las Españas, que en la España ultramarina se aboliera la esclavitud. Esto lo proponía Antillón en aquel momento. Y otra propuesta que hacía Isidoro de Antillón era la de la abolición de los azotes en las escuelas. La verdad es que aquí sí que, comparando con los ingleses, nos hemos adelantad en muchos años a la experiencia pedagógica inglesa. Porque, recuerden, hace muy poco, en concreto el 25 de febrero de 1982, todavía ha conocido el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de un asunto, el supuesto de las señoras Campbell y Cosans, que litigaban, precisamente, porque la práctica de zurrar en el trasero con la vara de abedul seguía siendo una experiencia inglesa. Sentencia que ha estudiado entre nosotros el profesor Embid Irujo, en el número siete de la Revista Española de Derecho Constitucional y que todavía nos sitúa ante un problema que tanto ha dado allí que hablar últimamente. Pero si junto a estos aspectos nos preguntamos por cuál ha sido la actitud general, cuál ha sido el comportamiento genérico de los aragoneses en Cádiz, resulta que Concepción Torres nos ofrece un juicio bastante negativo: «a la mayoría de los aragoneses se les caracteriza por su silencio». Y dice además: «las Cortes de Cádiz interesaron poco en Aragón». Esto era algo común y normal en aquella época. No olviden que es período de guerra civil, con todas sus terribles secuelas —que impresionaron a nuestro paisano Goya— lo que agravaba además las ya de por sí ingentes dificultades de comunicación. Si Cádiz va a ser el hervidero, el crisol de ideas adonde llega lo más granado de la época, está claro que no se trata de ideas arraigadas y con amplia aceptación social. A este propósito, es útil recordar siempre el conocido juicio de Carlos Marx, en el sentido de que las Cortes de Cádiz representaban «la España ideal, mientras que la España real se encontraba en plena lucha o había sido ya conquistada. En la isla de León, ideas sin acción; en el resto de España, acción sin ideas». 3. Pero dejemos las referencias comparadas, Estados Unidos, dejemos las referencias históricas, Cádiz, y vengamos ya, como punto tercero, al centro de nuestra reflexión.